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miércoles, 16 de febrero de 2011

Un sueño imposible

En mi primer año de universidad (2007/2008) estudié en la Licenciatura de Administración y Dirección de Empresas una asignatura que se llamaba "Economía mundial" (digo se llamaba porque con las nuevas titulaciones de Grado ha desaparecido junto con otras tantas). Se trataba de una asignatura en la que se estudiaban aspectos de índole macroeconómica en lo referente al comercio entre naciones: balanza comercial, tasas y aranceles, historia de todo ello, etc. Hasta ahora ha sido una de las asignaturas que más me ha gustado (de las pocas, realmente, y es una pena pero la mayoría son del grupo de las desparecidas). Al año siguiente estudié otra de las asignaturas de las que estoy hablando, llamada "Organización económica de mercados", que no me gustó tanto pero completó a la primera en el sector privado (Economía mundial trataba sobre sector público fundamentalmente).

El caso es que el profesor que impartió ese curso esta asignatura dejaba cada poco tiempo varias "perlas" de materia económica, a las que entonces, en los albores de la carrera, no encontraba demasiado sentido. Muchas de ellas las recuerdo, la verdad es que era de las pocas asignaturas a las que asistíamos la mayoría de los alumnos de la clase. Incluso venían de otros grupos de la titulación a nuestra clase, cuando esto se podía hacer, y la presencia en clase, al ser voluntaria, era prácticamente testimonial en la mayoría de asignaturas. Más aún en el segundo cuatrimestre (abril/mayo), cuando el sol hacía brillar el cesped del campus y el aula se convertía irremediablemente en una jaula con mesas.
Pues en esta asignatura, el aula estaba llena cada día, incluso los viernes.

Dejando recuerdos al margen, una de las "perlas" que mencionó este profesor fue que el sistema financiero y comercial mundial no es eficiente, porque para que pudiera serlo, debería estar "globalizado", como una UE o EEUU, pero a nivel mundial. Y que, tarde o temprano, esto sería una realidad. A su planteamiento añadía que tras cada crisis importante, el mercado financiero y comercial se globalizaba un poco más: reducción y eliminación de aranceles comerciales, firma de tratados de colaboración y cooperación (GATT, por ejemplo), creación de organismos supranacionacionales (UE, OMC), etc. En base a la historia, no es descabellado pensarlo, desde luego...

Al leer esta mañana la noticia de que dos de las bolsas más importantes del mundo se fusionan, he recordado este apunte. Dejo link de la noticia:

http://www.elpais.com/articulo/economia/Bolsas/Francfort/Nueva/York/acuerdan/fusion/elpepueco/20110215elpepueco_13/Tes#

En este caso, se han fusionado las bolsas de Frankfurt y Nueva York (bueno, sus principales grupos, pero me referiré a este asunto con estos términos para acortar la nomenclatura), y de esta unión nacerá la mayor empresa (o grupo empresarial, mejor dicho) del mundillo bursátil en base a ingresos y capitalización. De esta unión no sólo se obtiene un mayor potencial de obtención de beneficios (en base a una segura mejora de la capacidad de financiación propia y/o ajena, naturalmente), sino un ahorro en costes cifrado ahora en unos 300 millones de euros en los primeros 3 años. En definitiva, un aumento de eficiencia: más ingresos, a unos costes menores, resultado de la fusión.

La propia noticia añade que esta unión lleva planteada desde hace unos años (así como otras, como la unión de las bolsas de Toronto y Londres), pero que se lleva a cabo ahora. Como decía este profesor, las decisiones se toman después de las grandes crisis, igual que con los cortes de electricidad se producen "baby-boom" nueve meses después. Ahora, en la situación actual, asomando la cabeza tras la tempestad financiera, se produce la voluntad de acuerdos que en otras situaciones más favorables nunca hubieran sido posibles.

¿Por qué estos acuerdos se toman tras las crisis? La respuesta es más simple de lo que parece: en época de bonanza económica, imperan la idea de que el libre comercio es la mejor manera de articular un sistema financiero. De esta manera, cada nación, empresa, o institución compiten en el mercado y ganan las más poderosas, que a la postre son quienes deciden en esto de la economía. Y todo está bien mientras sea así.
Sin embargo, tras la calma, regresa la tempestad, y se suceden las crisis financieroeconómicas cada cierto tiempo: crack del 29, II Guerra Mundial (cuyo componente económico es muy interesante, más allá de la locura racial nazi, cuyo origen es económico también), crisis del petróleo, burbuja de las .com, o la crisis actual. Mientras duran las crisis, se cultiva una idea de que mediante la cooperación las naciones, empresas, etc. se hacen más fuertes, y fruto de esta reflexión nacen la UE (tras la II Guerra Mundial nace el germen de la misma, la CECA), o la OMC, entre otras instituciones de menor nombre. Con la crisis actual, se han fusionado un gran número de empresas, entidades financieras, e instituciones, que sostienen que con estas conversiones crecen económicamente, sobre todo en términos de eficiencia.
Ahí están los resultados: las naciones UE han crecido por encima (es una hipótesis casi segura) de lo que lo habrían hecho por separado; o los grupos empresariales que paulatinamente se han ido fusionando, actualmente figuran como los principales de las bolsas mundiales (BBVA, Santader, ACS, Telefónica, por citar ejemplos españoles).

Sin embargo, aunque está claro que la globalización económica y financiera ha traído consigo un aumento de eficiencia, principalmente producto de una disminución de tasas, impuestos, de costes en definitiva, ha hecho crecer paulatinamente la brecha entre quienes fructifican estos acuerdos y quien queda al margen de los mismos. De esta manera, las bolsas de Frankfurt y Nueva York conseguirán un aumento de eficiencia, en parte por la disminución de costes, como ya hemos dicho, pero también fruto de un aumento de ingresos, producido, sobre todo, por convertirse en la GRAN referencia mundial. ¿Positivo? Para ellas sí, pero el resto de bolsas tendrán que hacer lo propio si quieren convertir contra este conglomerado germano-estadounidense en ingresos y capitalización. Seguramente, las bolsas europeas, la japonesa, y el resto de importantes trazarán acuerdos similares para no quedarse atrás. Pero los mercados de valores latinoamericanos, africanos, y el resto de menor relevancia internacional, se quedarán atrás, un poco más atrás de lo que ya estaban. Y la brecha crecerá un poco más, hasta la próxima oportunidad de dejarles un poco más atrás, cada vez más lejos.
Esto mismo ocurre con las entidades financieras actualmente: las que se han fusionado siguen adelante, mejor o peor, y las que no han podido, se han quedado atrás, y tenderán a desaparecer frente a la competencia.

Cada acuerdo entre dos, perjudicará necesariamente a un tercero.

Dos ideas quedan claras tras esta lectura de la noticia:
  1. La unión y cooperación trae consigo un aumento de eficiencia para los participantes de acuerdos o fuciones, derivado sobre todo de un ahorro en costes, y también...
  2. También derivado de convertirse en un gran grupo, referencia para el resto, lo que conlleva un movimiento de capitales de empresas, grupos, naciones, etc. menos relevantes hacia los partícipes del acuerdo/fusión, aumentan sus ingresos.
  3. En base a estas premisas, estas empresas, naciones, etc. no partícipes de acuerdos/fusiones quedan descolgadas y los capitales con que antes competían son atesorados en su mayoría por el grupo referencia que ahora forman los partícipes de acuerdos/fuciones.
  4. Se agranda la brecha entre quienes suelen formar parte de los acuerdos/fusiones (empresas, naciones más poderosas financieroeconómicamente), y quienes no.

Y es que como también dijo el mismo profesor, esta futura "realidad eficiente" nunca será realmente eficiente al 100% porque con cada aumento de eficiencia "global", se produce una disminución de equidad global (esta sí, sin comillas). Y es que para este profesor la globalización para ser llamada como tal, debería incluir a todos, no a unos cuantos, y procuraba no emplear esta palabra por no significar lo que realmente determina.

1 comentario:

  1. Al leerlo de nuevo más detenidamente, he caído en que hay un par de errores de redacción:
    - En el 7º párrafo, en lugar de convertir, la palabra es competir.
    - En la parte de conclusión no son 2 ideas, sino cuatro (originalmente eran 2).

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